Hace unos días, hubo un fuerte temporal en la costa vasca, lo que me hizo desplazarme para allí (20 y 22-11-2022), para ver que nos acercaba el mar y el viento al interior, ya que estos temporales son muy buenos para ver aves pelágicas cerca de tierra, e incluso en puertos pesqueros o lagunas, balsas o embalses de interior.
Ha sido el primer temporal del otoño y parece que de los más fuertes de los últimos años. Ha sido épico con un verdadero festival de aves marinas como pocos se recuerdan, trayendo gran variedad de especies poco habituales a nuestras playas y acantilados, y con muchas de ellas contándose a cientos e incluso a miles. Inolvidable.

Bastante incordio la lluvia durante estas dos escapadas que hice, concretamente a Getaria, pero espectacular la mar, con olas que alcanzaron incluso los cinco y seis metros y que hicieron declarar la alerta naranja en varias zonas del Cantábrico.
Fuerza que en muchas ocasiones no es apreciable en la foto, pero que me hicieron ver la mar como nunca antes lo había hecho. Y es que, la palabra «temporal», según el diccionario de la RAE, significa «tempestad» y esta a su vez significa tormenta grande, especialmente marina, con vientos de extraordinaria fuerza.
En la escala BEAUFORT (la escala de la fuerza de los vientos), «temporal» corresponde al grado 8. En esta categoría, el viento sopla entre 32 y 37 nudos (59 a 68 km/h o 17 a19 m/sg), lo que hace que de las crestas de las olas se desprendan rociones, la espuma sea arrastrada en nubes blancas, y en tierra se rompan ya las ramas delgadas de los árboles, haciendo muy difícil caminar contra el viento.
En esta misma escala existen categorías con más grados: la 9 sería un temporal duro, la 10 temporal muy duro y la categoría 11 temporal huracanado.


Así que con estas duras condiciones para allí que me fui a disfrutar de esta bonita afición que tantas sorpresas y alegrías nos da, aunque muchas veces pasemos momentos de penuria, por viento, agua, lluvia y frio, como pasó en estas excursiones.

Entrando en harina, lo lógico en este tipo de visitas en zonas costeras son las gaviotas, y es la primera especie que nos viene a la mente…
Dependiendo la época del año y la zona de costa visitada, hay unas especies más abundantes que otras, pero en general podemos decir que son 4 las más habituales. Gaviotas patiamarillas, gaviotas sombrías, gaviotas cabecinegras, y gaviotas reidoras.

El mundo de las gaiotas es complicado, ya que los jóvenes e inmaduros tienen plumajes muy variados y que se alargan a lo largo de los años, por lo que algunos individuos no son fáciles de identificar… En adultos es algo más sencillo, aunque para la gente de tierra y montaña (como yo), muchas veces son auténticos quebraderos de cabeza.
En estas dos miniexcursiones por la zona no faltaron las 4 especies, a las que se le unió un adulto de gavión (una gaviota gigante), que descansaba al amanecer en la playa de Getaria, y a la que no pude fotografiar. Una pena porque portaba una anilla de plástico que nos hubiera dado mucha información sobre su origen…

Además de estas gaviotas, los objetivos claros eran gaviotas «raras», de las que pude disfrutar de tres especies poco habituales en tierra firme, pero que temporales de estos acercan a nuestras costas.
En primer lugar una gaviota enana, que sobrevolaba el puerto de Getaria. Se veían muchas más en el interior, pero muy lejanas… A destacar su pequeño tamaño, como bien indica el nombre, algo que la hace difícil de confundir. A modo de curiosidad, decir que estos días se ven varios ejemplares en balsas del interior de la Península Ibérica, algo que no es nada habitual, incluidos cuatro ejemplares en la balsa de Zolina, muy cerca de Pamplona.

Otra presencia de la que disfruté que no es habitual aunque todos los años hay algún ejemplar que inverna en las costas norteñas, fue la de un precioso gavión hiperbóreo. Gaviota más grande que las demás y de las que parece que han llegado estos días dos ejemplares a la zona de Getaria…

Yo solo observé uno, que además portaba una anilla negra en una de sus patas, y que había sido anillado un día antes en el mismo puerto de Getaria. Veremos qué datos nos aporta este ejemplar, y si le da por volver invierno tras invierno a este pueblo, como han hecho otros gaviones hiperbóreos a lo largo de todo el Cantábrico.

Muy interesante también la entrada de gaviotas tridáctilas con este temporal… A miles un día antes en Higer, eran ya escasas las que se veían cerca de costa durante mi visita… A pesar de ello es una especie de gaviota muy bonita, de la que pudimos disfrutar con un precioso ejemplar adulto que sobrevolaba los barcos en el interior del mismo puerto. Mientras en el mar, más lejanas, se veían también ejemplares capear los fuertes vientos que aún había, aunque en menor intensidad que días anteriores.


Otra especie habitual en costa que compite con las gaviotas y es bien conocida, es el cormorán.
En este puerto visitado, tanto cormoranes grandes como moñudos. Muy parecidos, pero a la vez muy diferentes… Especie muy bonita, y que convivía incluso fuera del agua, descansando y secando su cuerpo para sumergirse en el agua y pescar buceando como suelen tener por costumbre.


Ambos seguramente sean infravalorados, pero la verdad que son aves espectaculares. Además, yo que soy de montaña estoy poco acostumbrado al cormorán moñudo, por lo que siempre me alegra verlo, y más aún en estas condiciones, donde se muestran próximos y confiados.

En estos temporales, muchas aves entran al puerto en busca de protección… Nosotros por mucho que buscamos, en el agua no vimos más que algún zampullín chico, y los cormoranes ya citados nadando…



El temporal la verdad que era muy cañero… Viento potente, lluvia intermitente y abundante por momentos, y fuertes olas, que hacían a las aves difícil el flotar en el agua y permanecer en la superficie…

Estos fuertes vientos acercaron aves pelágicas a costa, que aún y todo veíamos bien lejos… Es el caso de un paíño de Leach, especie que un día antes habían visto a decenas (e incluso cientos) en la zona, una preciosa hembra de negrón común, o una serreta mediana que volaba cerca de costa, y que aunque se posaba en el agua, duraba muy poco en la zona…

Igualmente algún charrán patinegro y varios alcatraces volaban cerca de la línea de costa, al igual que una garza real nos sorprendía sobrevolando nuestras cabezas…

Muy interesantes varios vuelvepiedras en el puerto y alrededores, además de un martín pescador, y varios gorriones, colirrojos tizones, cornejas, urracas, mirlos, petirrojos, palomas cimarronas e incluso lavanderas cascadeñas que se movían entre el hormigón y los charcos que la lluvia había formado en busca de comida…

En el interior del puerto, muy curioso el vuelo de un alcaraván que apareció de repente y se perdió por encima de una nave del lugar… Jamás habría imaginado este avistamiento, así que fue una gozada verlo y disfrutar de e
él, aunque todo fue un visto y no visto…

Además de un grupillo de cinco correlimos que salió de repente volando del espigón de Getaria, muy bonito un alca que nadaba junto a él, supongo que bastante cansada y débil ante el fuerte vendaval marino…

Destacar los buenos grupos de álcidos que se podían ver volar cerca de costa, dirección oeste, con grupos superiores en muchos casos a los 20-30 ejemplares y que estaban en un paso continuo, lo suficientemente lejos para hacer difícil la identificación…


Y muy interesantes y en muy buenos números también los faloropos picogruesos, que además de aquí, se están viendo por toda la Península Ibérica…

Hasta mínimo tres diferentes pude observar en Getaria, incluso uno de ellos volando por el puerto y que se posó en el suelo de hormigón… Estoy muy poco habituado a ver a esta especie, por lo que fue una auténtica gozada…
Como ya he dicho se están viendo a decenas en lagunas de interior, y ayer por ejemplo en Zolina, había casi una treintena de ejemplares… No es habitual fuera de costa, pero estos temporales está claro que han metido a muchísimos en tierra, ya que se están detectando ejemplares en toda España, incluido varios puntos de Castilla e incluso Madrid.

Destacar también una gaviota anillada… «39MG», anillada en junio de 2022 en el mismo Getaria.
No todo va a ser salida de ocio, avistamientos y fotografía… Algo un poco más científico había que hacer… Jajajajaja.

Poca información nos ha aportado este ejemplar anillado. Todas sus observaciones han sido en Getaria, salvo una en el mar, muy cerca de Lekeitio, con mi amigo Jon Zubiaur de por medio… Jejejeje. No se le escapa una!!!
Por último, ya veis, el mar siempre merece la pena, y agradecer a las personas con las que he compartido avistamientos por allí… David Arranz y Haritz Sarasa como compañeros de viaje, y coincidiendo allí con Emilio, Koldo, Julen, los Arratibel (padre e hijo)… y otra gente a la que no tengo la suerte de conocer. Y es que, un temporal así hay que aprovecharlo!!! Y como bien dice el refrán… «Viejo es el mar, y todavía hace olas…» Y que olas!!!! Jejejeje.

Bibliografia:
Creo que el mar cantàbrico es el primer lugar ( de Europa màs o menos) en el que las aves pelàgigas se quedan en esa temporada, durante las migraciones desde el norte Europa hacia el sur. Lo que màs me encanta es ver un numero tan grande de alcas. Eso pasa también en el mar Li gure ( en Italia) Un gran saludo Daniel.
Si!
el Cantábrico en invierno es muy buen sitio para limícolas y aves pelágicas, pero es que este año, aún esta siendo más excepcional… Espectacular todo!
Una curiosidad que tengo: en el Mediterraneo cuando se avecina un temporal se observa a la gaviotas permanecer en la arena de las playas y tienen todas la misma orientacion de pico y cabeza mirando a tierra. A que es debido??
Pues ni idea… Supongo que será la forma de descanso más comoda, puede que para evitar las molestias de viento? Ni idea…