El buitre barbudo, el rey de los cielos…

Hace ya más de dos años de esta aventura, pero tenía cientos de fotos que ordenar, procesar y eliminar, además de muchas otras entradas que hacer… Y es que, por segunda vez en mi vida me fui a observar a mi ave favorita a Buseu, en el Pirineo catalán (en un taller sobre fotografía de la especie).

Atardecer en Buseu (24-11-2019)

No soy muy de “hides” (y de hecho apenas he visitado este tipo de instalaciones), pero tenía de nuevo ganas de observar a este animal de cerca, y por ello me animé a pasar unos días en esta zona del Pirineo, donde además del quebranta, pude disfrutar de otros dos buitres ibéricos y alguna cosilla más.

Quebrantahuesos en pleno planeo (24-11-2019)

Entrando en harina, visité a Jordi Canut y su proyecto Buseu (http://buseu.es/projecte-buseu/) en el taller organizado por Antonio Caño y Victor Ortega de Nature Photo Tours (https://naturephototoursspain.com/es/inicio/), en un pueblo abandonando (y algo alejado de la civilización) en el que reina la calma y se respira naturaleza por los cuatro costados, teniendo unos de los “hides” más interesantes del mundo para observar a este animal. Además, recientemente han debido poner “hides” nuevos, con diferentes escenarios y fondos por lo que tenemos excusa para volver a visitar el lugar… Jejejejeje.

Paisaje pirenaico entre nieblas (22-11-2019)

Para los que no sepáis que es, un “hide” es un escondite preparado para la observación de fauna en su hábitat natural, de forma que en general se le aporta comida para que los animales tengan cierta querencia al lugar, posibilitando observarlos, grabarlos y fotografiarlos sin molestarlos, y realizando algo que de otra manera sería imposible.

Vistas desde uno de los «hides» (22-11-2019)

A día de hoy, esta actividad de hides y “cebar” está regulada, porque es algo que está yendo a más. Ya hay hides de casi cualquier tipo de aves, y mientras no se vaya de las manos, y haya estudios tanto previos como posteriores de la situación y actividad que se producen, no me parece mal. Además, es una forma de potenciar ciertas zonas rurales con turismo de naturaleza y fotografía, siendo una nueva forma de realizar un aprovechamiento del medio. Yo solo puedo decir que este “hide” posee sus autorizaciones, y que consigue información muy valiosa, sobre movimientos de cualquier tipo de buitre (sobre todo el buitre negro, con su proyecto de reintroducción en Pirineos con muchos ejemplares anillados), ya que por el lugar pasan cantidad de bichos individualizados con sus marcas.

Lo que se viene tanteando desde hace años, es si macromuladares que siguen en activo (no solo los hay para fotografía si no que hay comederos sin fin lucrativo y con único fin de conservación de la especie) y que en su día se realizaron para fortalecer la escasa población de quebrantahuesos, siguen siendo necesarios, o en cambio están complicando que los quebrantahuesos se expandan y se extiendan colonizando territorios nuevos…

Precioso ejemplar posado (23-11-2019)

Allí disfruté de un par de días completos, en los que se realizó aporte el primero. Decenas de kilos de vísceras, carne, huesos, tendones y demás restos de ganado para atraer primero a buitres leonados, y luego a otras aves carroñeras.

Tras esta colocación de alimento y carroña, los buitres leonados no tardaron de hecho en bajar a pesar de la niebla… Y es que al parecer, no solo detectan el coche con la carroña por la vista, sino que también el ruido de un vehículo por aquella zona tan tranquila y deshabitada les llama la atención, y les anticipa un buen festín.

Retrato de buitre leonado (23-11-2019)
Buitres en plena carroñada (23-11-2019)

Primero bajaron buitres, con alguna corneja y cuervo que volaba bajo, y un poco más tarde, fueron apareciendo quebrantahuesos, y un buitre negro (único ejemplar que pudimos ver en ambos días). Una gozada ver la marabunta de necrófagas que se juntaron en torno a los restos echados, sumando también un simpático zorro que aparecía de vez en cuando y se llevaba algo en su boca lejos del alcance de la buitrada allí presente.

Buitre negro entre los buitres leonados (23-11-2019)

Y cuando toda la comida acaba, es cuando los buitres poco a poco se van apartando, y dan paso al ave estrella del lugar, nuestro quebrantahuesos.

Los buitres ya retirados tras una buena comilona (23-11-2019)

De esta manera llegaba el buitre barbudo…

Quebrantahuesos sobrevolando la zona de aporte (24-11-2019)

Como bien sabéis, el quebrantahuesos es un ave necrófaga del que ya he hablado varias veces por aquí y tiene su pequeña sección. También llamado “águila roja”, “pájaro de barro” por los baños que se da en esa sustancia, “cascahuesos” o “buitre barbudo” por sus bigotes, recibe su nombre más conocido (quebrantahuesos) por la forma de alimentarse, ya que para ello, usa una técnica muy depurada con los huesos de gran tamaño que no puede tragar de golpe, rompiéndolos en zonas de piedras para así hacerlos más pequeños.

Ejemplar adulto con hueso preparado para ser engullido (24-11-2019)

Además, es el único ave del planeta que se alimenta principalmente de tendones, huesos, tuétanos, pellejos, pezuñas y partes duras de mamíferos. Normalmente huesos de cadáveres de ovejas, sarrios, cabras, jabalíes, ciervos, corzos… animales que viven en la alta montaña, tanto domésticos, como silvestres.

Ejemplar joven con un buen hueso (24-11-2019)

Bien es cierto, que si puede, tampoco hace ascos a trozos de carne. Y menudos jugos gástricos tiene que tener en el estómago para digerir todo eso… Metralla de la buena!

Si los huesos son pequeños se los traga de golpe. Pero la verdad que cuando digo pequeño es un poco engañoso, ya que es impresionante ver como se traga huesos que parece imposible con unos simples movimientos de cuello…

Preparando un hueso para ser tragado (24-11-2019)
En pleno proceso de tragado (24-11-2019)

Los coge con el pico, alza la cabeza y poco a poco lo engulle con suma tranquilidad acomodándolo en su buche con movimientos de cuello y cabeza. Es algo digno de ver. Lo hace con facilidad, y allí se puede ver a escasos metros. Uno de nuestros tesoros ibéricos en pleno hábitat y alimentándose como el sólo sabe.

Con un hueso en su pico (24-11-2019)

Y es que, es impresionante verle tragar huesos…

En plena alimentación (24-11-2019)
Imágenes de escenas que parecen imposibles… (24-11-2019)

En cambio, si los huesos son muy grandes y tiene dificultades para tragarlos de golpe, lo que hace es cogerlos con las garras y llevárselos a zonas de rocas, donde desde grandes alturas los suelta (calculando vientos, alturas y demás) para intentar romperlos contra grandes pedruscos que usa en forma de yunque y de esta manera facilitar la ingesta. De ahí el nombre del animal, quebrantahuesos.

Parece ser que igualmente se alimentan de tortugas usando la misma metodología, aunque no sea una práctica muy habitual.

Con una pata te cabrito en el pico (24-11-2019)
Ejemplar despegando con un hueso en sus garras (24-11-2019)
Echando a volar (24-11-2019)

Mi visita allí fue muy variada, ya que en dos días de “hide”, el primero tuvimos muy mal tiempo, y el segundo bastante bueno… Mucha niebla a ratos, que apenas dejaba visibilidad fue la tónica habitual de la primera sesión de fotografía.

Quebrantahuesos en una densa nube (23-11-2019)

Aún así, se creaba una escena muy especial… Y es que, así es la vida en la alta montaña… Días donde la niebla no levanta ni un solo minuto… Y días seguidos!

Ejemplar entre nieblas (23-11-2019)
Ejemplar adulto aleteando entre las nieblas (23-11-2019)
Ejemplar subadulto posado en la oscuridad de las nubes, buscando una pata que llevarse a la boca (23-11-2019)

E incluso en la primera jornada nos acompañó una suave lluvia a ratos, lo que no hacia fácil la fotografía, con un cristal que continuamente además se nos empañaba a pesar de poner ventiladores en el interior para desempañar rápidamente…

Quebrantahuesos posado entre la fina lluvia (23-11-2019)

Y aunque ya habéis visto fotos, describiremos un poco al animal.

De grandes dimensiones, con envergadura de hasta 3 metros de longitud y peso de hasta 7 kilos, presenta en vuelo una figura esbelta y estilizada inconfundible además de por su buen tamaño, por tener las alas puntiagudas y estrechas, y la cola muy larga en forma de rombo, compuesta por tan solamente 12 plumas, y que le da una maniobrabilidad increíble.

Ejemplar en pleno vuelo (24-11-2019)

Es la única rapaz de tales dimensiones con la cola tan larga (posee la cola más larga de todas las aves de Europa) usando térmicas o vientos para levantar el vuelo y desplazarse con suma facilidad.

Ejemplar adulto y muy clarito volando (23-11-2019)
En pleno vuelo, donde se le aprecia la buena longitud de la cola (23-11-2019)

Una característica muy importante y que llama mucho la atención es su rostro.

Primer plano de un ejemplar adulto (24-11-2019)

En primer lugar destacar los ojos de color claro rodeados por un anillo rojo intenso (parece que la calidad de bienestar, la salud del animal, y el nivel de nerviosismo y excitación se transmite en mayor o menor intensidad), y un antifaz negro terminado debajo del pico en una especie de bigote o barba, que le da también el nombre de “buitre barbudo” en muchos lugares. Además, posee un ganchudo pico, de color grisáceo, y su lengua está agujereada, para facilitar la ventilación cuando vuela.

Igualmente posee unas curiosas manchas auriculares negras, y una especie de líneas también negras que parten de los ojos al capirote, y que tienen en la parte alta de la cabeza una forma característica que al ser diferente individualiza a cada ejemplar. También en el cuello poseen una especie de collar también negro, del que luego hablaremos, y que igualmente sirve para identificar ejemplares.

Ejemplar adulto con collar bastante marcado (24-11-2019)
En pleno giro de cuello (24-11-2019)

Y la cabeza es importante, porque ahí es donde se encuentra el poco dimorfismo sexual del animal, aunque hay que hilar muy fino para ello.

Hay una pequeña diferencia en el pico, ya que la hembra tiene el inicio ligeramente curvado hacia arriba, y es un poco más largo. Igualmente, en el capirote, hay una marca negra en forma de mancha, que en los machos no está unida con el antifaz, y en la hembra sí que lo está, siendo además algo más grande… Esta marca, a pesar de poder servir para individualizar ejemplares, es muy complicada de ver bien en campo, incluso desde “hide”, por lo que no le prestaremos mayor atención (aunque cierto es que como curiosidad está muy bien).

Hay bibliografía que habla de que las hembras son algo mayores en tamaño que los machos (que incluso la cola es algo más larga en hembras y que machos son más estilizados), algo muy difícil de ver a simple vista, y en lo que incluso diferentes bibliografías no terminan de ponerse de acuerdo. De hecho, la mayoría de documentación habla de que no existe dimorfismo entre ambos sexos.

Ejemplar subadulto con el pecho bastante amarronado todavía (24-11-2019)

Con cabeza emplumada al contrario que otros buitres y pico estrecho, también posee los tarsos (las patas) con plumas. Ello es porque no mete la cabeza en carroña e interior de animales muertos como si que hacen otros buitres, ya que su particular alimentación no lo hace necesario. Además, en ocasiones se le “eriza” el plumaje de la nuca y el cogote dándole un aspecto más gracioso, curioso, agresivo y espectacular si cabe.

Adulto con plumaje erizado (24-11-2019)
Ejemplar joven con el plumaje también erizado (24-11-2019)

Habéis visto ya unas cuantas fotos del animal, y ya os habréis dado cuenta que la coloración de unos individuos a otros es muy diferente. Eso se debe a la variabilidad del color en los 7 primeros años de vida, algo muy complejo pero en lo que vamos a entrar a continuación un poco.

Apañándose su plumaje (24-11-2019)

A groso modo, diremos que el quebrantahuesos hace tres mudas (cambios de su plumaje poco a poco) pasando por un primer plumaje inicial, un segundo plumaje de transición, y un tercer y definitivo plumaje de adulto. Como curiosidad, puede resultar interesante saber que esta muda en general es más retrasada en machos, que al parecer adquieren el plumaje de adulto algo más tarde que las hembras (dependiendo del individuo suele oscilar entre los 5 y 8 años de edad).

Aun y todo, no es fácil atinar en la edad exacta, porque entre algunas edades las diferencias son escasas y sutiles, todo varía en cada ejemplar, depende también de la época del año, y prácticamente esta especie está mudando plumas durante casi todo el año, con un pequeño parón solo en invierno. A ello se suma que en la Península Ibérica los quebrantahuesos nacen desde principios de febrero hasta principios de abril, por lo que dos animales nacidos en el mismo año, pueden tener más de dos meses de diferencia, lo que dificulta más aún el tema…

En general, estas mudas se dan desde mediados de enero hasta mediados de octubre, pero dependiendo de la edad del ejemplar comienzan antes o después, alargándose en el tiempo durante varios meses. Igualmente en ejemplares menos sanos, la muda se complica y además puede haber plumas descoloridas que despisten.

Ejemplar adulto en pleno vuelo (23-11-2019)

El concepto general es que los quebrantahuesos al nacer son totalmente oscuros, y con el paso de los años la cabeza y el pecho se van aclarando, hasta convertirse en plumajes totalmente claros en cuerpo, y uniformes y negros en alas y cola.

Ahora describiré mínimamente los 5 o 6 plumajes identificables. Para ello he utilizado mucha bibliografía (que encontrareis al final de la entrada) y me he vuelto medio loco para datarlos, así que si alguno veis que está mal, avisarme y lo corrijo, ¡que para eso estamos! Además, es algo muy complejo, ya que como he dicho depende mucho de cada ejemplar y de su muda, y muchas veces nos aproximaremos a la edad, pero no podremos darla con exactitud, como si que se puede hacer en otras especies con muda más sencilla.

A pesar de ello, en próximas entradas de la especie dedicaré más tiempo a ello, y hablaré exclusivamente de los diferentes plumajes del quebrantahuesos según la edad. Os ahorraré bastante chapa y entraremos a fondo en este tema… Jejeje. Y vamos al tajo:

– Juvenil (pollo nacido en el año y en su primer año de vida): En vuelo, el perfil del plumaje de las alas es perfecto, ya que es nuevo; su figura es compacta, y sus alas son largas y redondeadas. Es de color oscuro por todo el cuerpo, y en la parte superior,  suele presentar un escudete blanco bastante marcado. Cobertoras marrones con plumas blancas y plumaje en general moteado de blanco. Cola más corta de lo normal y más robusta, que conforme pasan los años va estilizando.

En una foto de un viaje anterior, un jovenzuelo recién saltado del nido (23-7-2016)

La cabeza y el cuello son negros y tiene en alas unos marcados galones blancos; las calzas también son oscuras, y presenta algo de moteado claro en el pecho. El iris del ojo es bastante oscuro, y su cuello y cabeza no están bien emplumados, sobre todo en las primeras semanas de vida. Presenta una especie de gargantilla dorada muy fina.

Igualmente, el bigote es pequeño y está sin definir, a veces incluso sin ser visible apenas, y el antifaz que presenta de adulto no se observa.

La verdad que con pocos días tras haber volado del nido se le reconoce muy fácil. Ya conforme crezca y pase el tiempo, es algo más complejo, ya que el plumaje del cuello y cabeza será bastante más compacto.

– Joven (de segundo año): La cabeza y el cuello siguen siendo negros (produciendo un fuerte contraste con el cuerpo más claro, y perdiendo la gargantilla dorada que tiene el primer año); los galones blancos de sus alas y el escudete de la parte superior de su cuerpo se van difuminando muy poco a poco, por lo que todavía tienen restos de ello. El perfil del plumaje de las alas en vuelo es aserrado, ya que empiezan las primeras mudas, tanto en alas como en pecho. Las cobertoras son marrones salpicadas de plumas blancas, y la silueta en vuelo sigue siendo tosca. Las plumas se le van decolorando poco a poco.

Ejemplar completamente oscuro, aunque con iris parece que claro (23-11-2019)

En el rostro, el iris sigue siendo oscuro (lo aclarará definitivamente al año siguiente), y el bigote poco a poco es más visible, ya que va creciendo. El antifaz y el capirote no se aprecian aún.

Y tal es la magnitud de estos lugares, que pasan muchos ejemplares diferentes, que en muchas ocasiones son fáciles de individualizar. A pesar de que aparentemente pueden parecer iguales, prestándole atención es fácil llegar a distinguirlos, bien por coloraciones generales, o por plumas concretas que por sus características puedan llamar la atención.

Un cambio importante, de cara al siguiente plumaje, es que el cuello irá adquiriendo plumaje claro, algo que hasta ahora no existía.

Ejemplar joven alimentándose donde se le ve el escudete blanco (24-11-2019)

– Inmaduro (de tercer año): El perfil de las alas es muy irregular en vuelo, ya que las mudas son continuas, creando un dentado irregular por las rémiges secundarias, con plumas redondeadas, que son nuevas, y puntiagudas, que son viejas y están preparadas para cambiar.

Ejemplar joven alimentándose (24-11-2019)
Ejemplar bastante oscuro (24-11-2019)

Como característica principal, diremos que el plumaje se va aclarando poco a poco, tanto en pecho, como en la cabeza, adquiriendo las primeras plumas blanquecinas.

Ejemplar oscuro, con cuello negro y patas todavía amarronadas (24-11-2019)

El cuello se mantiene negro pero la cabeza comienza a aclararse, y se contrasta con el cuerpo amarronado. Espalda más homogénea en cuanto a color y pierde por completo los galones de alas y el escudete de la espalda casi desaparecido por completo (aunque puede verse algo hasta el quinto año en algunos ejemplares). Además el iris se aclara un poco más, volviéndose amarillo claro y la barba se hace más visible. Cobertoras marrones más claras que las rémiges.

Ejemplar joven asomando entre rocas (24-11-2019)

– Subadulto (de cuarto año): Con el iris ya claro del todo, su figura es en general más esbelta, presentando la cola larga y las alas estrechas y afiladas.

La cabeza y el pecho se le aclaran bastante y las alas se vuelven más rectas perdiendo las irregularidades. El cuello sigue teniendo negro pero va cogiendo en él la forma de collar. Cobertoras más claras que las rémiges.

Con un hueso en la boca (23-11-2019)

Estas dos últimas fases son las más complicadas de diferenciar para mí. Tendremos en cuenta que va aclarando como norma.

Ejemplar más claro (24-11-2019)

– Adulto imperfecto (de quinto y sexto año): Plumas de alas con ciertas irregularidades en el color pero rectas. Posee todavía alguna pluma oscura en el pecho y cuello, y blanca en el dorso, no siendo negro por completo. Todavía con contraste entre las cobertoras y rémiges.

Ejemplar subadulto con aún muchas plumas pardas (24-11-2019)

Su plumaje por encima se ve de varios colores mezclando negros, grises y pardos, tanto en dorso como en alas.

A pesar de que quedan plumas oscuras en cuello y tripa, está ya muy cerca del plumaje final. La verdad que son fáciles de diferenciar. Son ejemplares con plumaje adulto pero algo “sucios”.

Ejemplar con pechera aún oscura (24-11-2019)

– Adulto (a partir del séptimo año, aunque el plumaje de adulto, lo puede adquirir a partir de cinco años y medio): Silueta con alas estrechas, cola larga y figura esbelta y estilizada. Ala enrasada con bordes de plumas más oscuros. Contraste entre las plumas negras de las cobertoras y el gris de las rémiges.

Ejemplar adulto, del que hablaremos luego (24-11-2019)

Sin imperfecciones en el pecho de color claro, al igual que la cabeza, que varía entre el blanco y el naranja. Presencia en el cuello de un collar fino que no siempre es completo, y que sirve para individualizar ejemplares, siendo a veces totalmente inexistente.

Ejemplar prácticamente adulto (24-11-2019)

Decir, que si por arriba no es de un negro uniforme, aunque sea por muy pocas plumas, no se tratará de un ejemplar adulto. Igual que si tiene aún plumas oscuras en el vientre o pecho.

Ejemplar adulto en primera línea de roca (24-11-2019)

Y más o menos esas son las características del plumaje adulto. La silueta en vuelo es esbelta y perfecta, y los bigotes son ya muy marcados. Al igual que el antifaz, la marca oscura del cogote, y el iris amarillo claro, adquirido al tercer año.

Ejemplar adulto (24-11-2019)

Y todo se complica mucho, ya que ejemplares de la misma edad pueden tener un plumaje muy diferente, dependiendo del sexo del animal, del estado de salud e incluso de la semana exacta de nacimiento. Además, como las mudas se van entremezclando y prácticamente continuamente están cambiando plumas, puede ser que un mismo ejemplar tenga plumas de las 3 clases de plumaje (juvenil, de transición y adulto).

Y como una imagen vale más que mil palabras, un ejemplo… Bueno, mejor dicho… Tres imágenes. Jeje.

Ejemplar joven, oscuro (24-11-2019)
Poco a poco aclarado cabeza y cuerpo (24-11-2019)
Ejemplar adulto con plumaje ya perfecto (24-11-2019)

Y de esta forma es como alcanza la especie el plumaje de adulto…

Primer plano de un ejemplar joven, con ya iris claro y primeras plumas blancas en el cuello (24-11-2019)
Primer plano de un subadulto ya bastante claro pero manteniendo plumaje oscuro en el pecho, y buena mezcla de coloración en las alas (24-11-2019)
Primer plano de un ejemplar adulto ya perfecto, con todas sus características (24-11-2019)

Estas diferencias son muy visibles cuando se juntan ejemplares de diferentes edades y se ponen cerquita unos de otros… Algo bastante habitual en este lugar.

Ejemplares jóvenes (24-11-2019)
Ejemplar adulto echando a volar expulsado por un joven (23-11-2019)
Dos ejemplares, con el de segundo plano puede que algo más joven (23-11-2019)
Ejemplar adulto (saltando) y subadulto llegando (23-11-2019)

Todas estas diferencias, igual que se ven en ejemplares que están posados en el suelo, son visibles en el cielo también. De hecho, se pueden ver diferencias aparentes entre jóvenes y adultos no solo en la coloración, sino en la forma, ya que los jóvenes compensan la inexperiencia en el vuelo con una mayor superficie alar, teniendo las plumas alares más largas y produciendo más anchura de ala, con unas plumas primarias y secundarias más largas que conforme van mudando se van estrechando.

Pareja de ejemplares muy jóvenes donde se ve el aserrado de las alas del que he hablado antes (24-11-2019)
Ejemplar joven en vuelo (24-11-2019)
Ejemplar al que la cabeza le comienza a clarear (24-11-2019)
Ejemplar que va clareando bastante tanto en cabeza como en cuerpo (23-11-2019)
Ejemplar subadulto con aún muchas plumas pardas (24-11-2019)
Ejemplar prácticamente adulto (24-11-2019)
Ejemplar adulto (24-11-2019)

Tenemos que saber que el color anaranjado no es propio del plumaje, sino que es adquirido en baños que se da el animal en regatas de alta montaña o en charcos donde el agua es rica en hierros y minerales calizos, sobre todo en cuello, pecho, vientre y calzas, a pesar de que a veces puede manchar algo de las alas también.

Parece que no es por temas sanitarios, de anti bacterias o de conservación y cuidado del plumaje (como se venía pensando), si no que puede tener más razones por motivos sociales y “status” que por otra cosa.

De esta forma la intensidad del naranja de cada ejemplar es diferente, según donde se de dicho baño, la cantidad de minerales que tenga el agua del lugar o el tiempo desde la última vez que lo hizo, y por ello se pueden ver ejemplares desde muy blancuzcos a naranjas muy intensos.

“Bacún”, un macho marcado, prácticamente blanco, fotografiado en otra zona del Pirineo con 10 años de edad, cerca de Jaca (22-2-2016)
Ejemplar muy clarito caminando (24-11-2019)
Ejemplar adulto anaranjado pero de tonalidad clara (24-11-2019)
Ejemplar caminando (24-11-2019)
Otro ejemplar con tonalidad algo más oscura, y mudando plumas de las alas (24-11-2019)
Ejemplar muy naranja que todavía no ha alcanzado el plumaje de adulto final (22-7-2016)

No hay que confundir la intensidad del naranja, con el plumaje amarronado… Igualmente podemos también errar con la coloración, ya que las plumas se decoloran con el sol, y también se desgastan, sobre todo las de la cola, que al ser tan largas sufren mucho en aterrizajes y despegues al rozar con el suelo, incluso llegándose a romper al estar posado.

Ejemplar totalmente marrón (24-11-2019)
Ejemplar donde se mezclan plumas naranjas y plumas marrones (24-11-2019)

Como curiosidad, decir que los ejemplares cautivos que se usan en centros de recuperación, son totalmente blancos, ya que no se dan este tipo de baños, y que en libertad los quebrantahuesos también se bañan en aguas limpias, aunque tampoco es una práctica muy habitual.

En libertad, el tema de baños es muy similar a lo largo de la vida de un ejemplar. El que se baña poco, lo hace poco siempre, y el que lo hace mucho, lo hace durante toda su vida muchas veces.

Estos baños de barro se dan sobre todo a partir del tercer y cuarto año de edad, y al parecer, añadir que en esto de la coloración también existen diferencias entre machos y hembras, pero que no son definitivas para sexar. Las hembras en general adquieren colores más anaranjados que los machos, que parece que en general se bañan menos. Decir también que la intensidad del baño dura unos 3 meses, que en general en invierno, las intensidades del naranja en los animales son mayores, y que los quebrantahuesos se suelen dar estos baños en aguas ferruginosas entre 1 y 3 veces al año, bañándose parece que con más frecuencia a finales de verano y finales de invierno.

Ejemplar en plena alimentación (24-11-2019)

Igualmente pasa con el collar, que parece que es más completo en hembras, y ausente o menos marcado en machos, aunque tampoco lo consideraremos dimorfismo sexual, ya que no siempre es así. Importante saber que los collares son todo diferentes, y que no hay dos quebrantahuesos con el mismo collar, por lo que podemos usar esta característica para identificar a cada ejemplar.

Ejemplar adulto en vuelo, prácticamente sin collar (24-11-2019)
Ejemplar adulto con collar bastante disperso (23-11-2019)
Ejemplar adulto con collar bastante marcado, más fino, pero no entero (24-11-2019)
Ejemplar adulto con collar ancho y se puede decir que completo (24-11-2019)

E igual que podemos hacer uso de las formas de los collares para individualizar animales y saber de quién estamos hablando, lo mismo nos puede pasar con curiosidades individuales…

En este caso, pudimos ver un par de ejemplares con problemas o anomalías físicas.

Por un lado un ejemplar adulto con el pico torcido, como si de un “piquituerto” se tratase.

Quebrantahuesos con el pico torcido (24-11-2019)

Y por otro lado un viejo conocido del lugar (“Batín”), al que le falta una pata. Un macho territorial (que cría muy cerca), y que debió tener algún accidente con una de las anillas que se le puso en su día… En la pata derecha sigue teniendo una anilla metálica, pero en la izquierda, tiene un muñón, lo que le hace ser un ejemplar muy fácil de identificar.

“Batín”, ejemplar al que le falta la pata izquierda (23-11-2019)

Además de de estos detalles, donde se dan estas concentraciones de animales, suelen aparecer varios ejemplares marcados… Las marcas alares son formas de individualizar a los animales (que pueden resultar a la vista muy aparatosas) y que dan muchos datos para posibles y diferentes estudios sobre el uso del espacio, migraciones, movimientos en dispersión, zonas de alimentación…

En lo que se refiera a ejemplares marcados, buena variedad, sobre todo entre buitres leonados. “W9R”, “TUM”, “TFT”, “UTV”, “RMO”, “X61” y “RP2” bajaron el día del aporte, junto al buitre negro “9WL” único en aparecer en todo el fin de semana.

Entre los quebrantas, los jóvenes “Viu” (que hizo aparición ambos días) y “Espluga”, además de un ejemplar con marca amarilla con remaches verdes en ala izquierda, y anillas en ambas patas; ejemplar del que no he conseguido información, y de “Beral”, que por aquel entonces tenía 5 años de edad y prácticamente ya plumaje de adulto.

Primer plano de “Beral”, ejemplar de 5 años de edad, con marcas de las que se ponen ahora, y donde se ve que en pecho y alas mantiene plumas marrones del plumaje típico de transición (24-11-2019)
Ejemplar marcado con marcas antiguas (24-11-2019)

La verdad que en esta ocasión no vi muchos ejemplares marcados… Mi anterior viaje allí se saldó con muchos más avistamientos de individuos anillados… sobre todo con buitres negros, que fueron mucho más abundantes… Algo que me sorprendió.

«Beral”, uno de los pocos quebrantas marcados avistados aterrizando (24-11-2019)

Hablando un poco de distribución, el quebrantahuesos se trata de un ave de alta montaña.

A nivel mundial se encuentra en las grandes cordilleras de Europa, Asia y África, dividido en dos subespecies, una que ocupa Eurasia y el norte de África, y otra que ocupa la parte más sureña del continente africano.

Entre rocas (19-11-2019)

A finales del siglo XIX se podía encontrar distribuido casi por todos los macizos montañosos de Europa, pero debido a varios factores (de los que hablaremos luego) esa distribución cayó en picado y quedó relegada a solo algunas cadenas montañesas.

Quebrantahuesos en pleno vuelo (24-11-2019)

A día de hoy su población poco a poco se va recuperando y se estima entre 10000 y 100000 individuos. En Europa, lo podemos encontrar en el Pirineo (lugar de todo el continente con más ejemplares, a lo largo de Francia, Andorra, Cataluña, Aragón y Navarra), Córcega (con unos 4 territorios de cría y una estimación de unos 20 bichos), Los Alpes (donde se llegó a extinguir y hay un fuerte proyecto de cría y de reintroducción con unas 50 parejas ya reintroducidas) o la isla de Creta (con una media docena de parejas).

Uno de nuestros ejemplares marcados (24-11-2019)

Por otro lado, en África, donde se dan las dos subespecies (una en el norte y la otra en el este y en el sur), se puede encontrar en Marruecos y el Atlas, Egipto, Etiopía, Kenia, Tanzania, Sudáfrica y países colindantes; y en Asia (donde se encuentra una fuerte parte de la población mundial) está presente en casi todas las cordilleras del continente, por lo que no me voy a liar a enumerar todos los países donde se localiza.

Ejemplar en plena alimentación (24-11-2019)
Tragándose el hueso (24-11-2019)

Hablando de lo que nos toca a nosotros (la Península Ibérica), además de en Pirineos se encuentra también en Picos de Europa y en Andalucía, lugares en los que ha sido reintroducido en los últimos años, y últimamente se está introduciendo igualmente en otras cadenas montañosas (y hay otros proyectos en mente), viéndose cada vez más ejemplares en Gredos, Moncayo y otras cadenas montañosas…

Ejemplar llevándose un hueso en las garras (23-11-2019)

Una investigación del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC)-CSIC ha estimado la población de quebrantahuesos en los Pirineos entorno a los 1000 ejemplares, de los que el 36% son parejas reproductoras, que están asentadas en territorios.

Esta población pirenaica se da por estable y viable, por lo que para aumentar la población ibérica de la especie, como ya se ha dicho, hay importantes programas de reintroducción, como es el caso del de Picos de Europa. Allí lleva en funcionamiento desde 2010, y se han introducido cerca de 40 ejemplares diferentes, con el método de “hacking”, en el que las aves llegan con un mes de vida, y viven en una especie de jaulas gigantes hasta el verano, de forma que artificialmente se les aporta comida, de manera que no pueden ver al ser humano, y así se habitúan al paisaje, hasta que un día son capaces de volar y poco a poco salen de la jaula.

Este programa de reintroducción es muy importante, ya que tras más de 10 años, al fin nació (si no me equivoco hace ya dos años) tras 70 años en la Cordillera Cantábrica el primer quebrantahuesos en libertad, fruto de un ejemplar liberado en el programa hace años, y otro llegado desde Pirineos.

Parece que a día de hoy la población de Picos es superior a los 30 ejemplares (varios han muerto desde su reintroducción), y se calcula que con 40 ya sería autónoma, estable y con futuro. Añadir que son ya 3 las parejas que se reproducen, y que este año 2022 hemos tenido la primera pareja que se ha reproducido en la zona de Cantabria de este espacio protegido.

Igualmente pasa en Andalucía, con otro plan de reintroducción que desarrolla la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía donde desde 2006 se han liberado ya 70 ejemplares diferentes en los parques naturales de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) y Sierra de Castril (Granada), procedentes del “Centro de Cría Guadalentín” en Cazorla, que cuenta con varias parejas y cerca de 25 ejemplares, y que año a año va superando sus números en los que a pollos se refiere, siendo una referencia de la especie para todo Europa.

En Andalucia ya se han establecido varias parejas, y en los últimos años ya han nacido en libertad varios pollos (desde 2015 cerca de 10). A modo de curiosidad, decir que este año 2022, ha realizado su primer nido (aunque parece que sin éxito reproductor), el primer ejemplar de la especie nacido en libertad en Andalucia (una hembra que nació en 2015). Sin duda alguna una muy buena noticia.

Ejemplar inmaduro en vuelo (24-11-2019)

Otro proyecto de reintroducción importante a día de hoy es el que se realiza en la Comunidad Valenciana con colaboración de Aragón para intentar recuperar a la especie en las estribaciones más orientales del Sistema Ibérico. Por el momento se han liberado desde 2019, 11 ejemplares diferentes (5 machos y 6 hembras), con idea de que se instalen por el Maestrazgo (una comarca histórica que se extiende por el norte de la provincia de Castellón y el sur de Teruel).

A pesar de que estos ejemplares fueron liberados en el Parque Natural de La Tinença de Benifassà, en Catellón, se han movido por las provincias cercanas. Este núcleo si se termina de asentar, sería muy importante, ya que haría de puente entre los ejemplares de Pirineos y la población andaluza, para así mejorar y variar la genética de la especie. Podemos considerar, que con la suelta este 2022 de dos nuevos ejemplares, son 9 los individuos que se mueven por la provincia de Castellón (2 de los 11 fallecieron).

Como buena noticia, podemos añadir que este 2022, hubo reproducción de la especie en La Rioja. A pesar de que los adultos terminaron por abandonar el nido con el huevo dentro, es una excelente noticia, y una nueva esperanza para la especie, que sigue colonizando poco a poco nuevos territorios.

Además, durante este año (y los próximos 5), hay idea de reintroducciones en la sierra de Gredos, donde ya se han soltado dos jóvenes. Para ello, el proyecto LIFE Pro Quebrantahuesos, pretende liberar un total de 22 ejemplares a través de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ).

Ejemplar marcado desde hace años (24-11-2019)

Decir que estos programas de reintroducción son complejos, y pasan muchos años hasta que funcionan, sobre todo por la alta mortalidad de la especie (muy alta en el primer año de vida). La mayoría vienen de Proyectos Life y con subvenciones con fondos europeos. Si no, sería prácticamente imposible gestionar y reintroducir una especie así.

Para acabar con la distribución de la especie en la Península Ibérica, podemos decir que la especie se ve divagando con frecuencia en zonas cercanas a sus zonas de cría (Sierra Nevada, montes Vascos…), y que incluso los últimos años ha habido intento de cría en el Moncayo, con un nido en el que nació un pollo, pero que al final no sobrevivió, y es que, los primeros intentos de cría de las parejas también suelen fallar, tardando varios años en reproducirse con efectividad…

Además, estudios recientes dicen que la especie cada vez cría peor y hay más fracaso reproductor (puede ser que las mejores zonas para la especie ya estén ocupadas por completo y eso haga que zonas nuevas sean menos óptimas y faciliten el fracaso), y según los investigadores, la edad media de reproducción se sitúa en torno a los 10 años (hasta hace poco se consideraba que era menor y coincidía más o menos con la adquisición del plumaje adulto), lo que dificulta más el crecimiento poblacional y la seguida dispersión de la especie.

Por eso disfrutar de estas carroñadas donde se puede ver a la especie en su hábitat, y sin molestia alguna, es un lujo, además de poder ver a otras especies que acompañan al quebrantahuesos en estos auténticos festines…

Ejemplar adulto con un hueso en la boca (24-11-2019)

Además de un buitre negro y varios buitres leonados, como habéis visto al principio, suelen entrar en estas carroñas y restos, alimoches (que al ser especie estival es imposible ver en noviembre como es el caso de este viaje), milanos negros y milanos reales (especies carroñeras también pero que nunca he llegado a ver en Buseu) y córvidos, como los cuervos, que aunque merodearon el “hide” revoloteando por los alrededores no bajaron, y las más pequeñas cornejas, que si aprovechaban momentos de tranquilidad para bajar y picotear lo que podían.

Corneja en pleno almuerzo (24-11-2019)
Corneja (24-11-2019)

También aparecen mamíferos, como es el caso de zorros, que se acostumbran a comida fácil y que son bastante comunes en muladares y cualquier lugar donde las rapaces tengan alimento.

Zorro en la zona del aporte (23-11-2019)

Allí, hubo un ejemplar que hizo un par de apariciones, y que aunque se le veía con confianza de conocer el lugar, andaba muy cauto ante la presencia del rey de los cielos… No hubo interacción alguna entre las especies, pero sí que se miraban mutuamente, pareciendo que entre ambas había cierto respeto.

Zorro controlando a un ejemplar joven de quebranta (23-11-2019)

A día de hoy, la mayoría de los pollos de quebrantahuesos son ya grandes, e incluso alguno ya ha abandonado el nido, pero en las fechas que fui yo allí, comenzaba justo la época de celo…

Y es que al quebrantahuesos, parece que le activa el frío para comenzar la reproducción.

De octubre a diciembre se conquistan la hembra y el macho mutuamente, realizando los vuelos nupciales juntos, y produciéndose las cópulas. De diciembre a febrero comienza la incubación, que durará 53-54 días aproximadamente, y a la que continuará la crianza del pollo, que tras 120 días de vida (hacia junio y julio, pero adelantándose a mediados de mayo en algunos casos, y alargándose hasta principios de agosto en otros) abandonará el nido y comenzará a volar.

Durante esta reproducción, son muy agresivos con otros buitres que puedan volar cerca, y para la ubicación del nido evita las orientaciones sur, pudiendo hacer más de un nido, eligiendo uno a última hora.

Para reproducirse, además de formar parejas de una hembra y un macho, también hace tríos poliándricos, formados por dos machos y una hembra, y últimamente han sido observados tríos del Pirineo y Alpes con dos hembras y un macho; alguna vez se han visto unidades reproductoras de 4 ejemplares, con dos machos y dos hembras, pero el éxito reproductor de estos cuartetos es bastante escaso.

Esto de los tríos y demás, es algo curioso pero bastante habitual en los buitres. Parece ser que dos tercios de los quebrantahuesos son monógamos, pero el otro tercio es poliándrico.

En las paradas nupciales (además de defender territorio) producidas en invierno, la pareja (ya con 7 años cada uno mínimo) toma altura volando junta y en círculos muy cerrados. Así, llega el punto en el que los dos ejemplares entrelazan sus garras y caen en picado girando sobre sí mismos durante varios metros y segundos, acabando por soltarse a pocos metros del suelo. Además, a todo ello, se le unen espectaculares picados individuales en la zona de nidificación. Es un espectáculo la mezcla de vuelos y silbidos que realizan en esta época del año, que se puede atrasar más o menos en el tiempo a partir de noviembre.

Los nidos los hacen generalmente en cuevas y oquedades, y los realizan durante esta misma época, haciendo buenas estructuras sobre todo con ramas y lana de ovejas, que aprovecha sobre todo para mantener el calor de huevos y pollos en esta época tan fría.

El huevo es ocre, y necesita algo más de 50 días de incubación, en la que tanto macho como hembra se ocupan de dar calor al embrión, dándose relevos muy rápidos en los que apenas se juntan en el nido. Hay que tener en cuenta que es un momento crítico, ya que por estas fechas las temperaturas son mínimas, y en muchos casos extremas, con lluvias, heladas, nieves y tormentas. Algo, que si aún cabe hace más emblemática a esta especie.

A modo de curiosidad, el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle (en Murcia), cuenta con un apartado especial dedicado al primer nido de quebrantahuesos descrito científicamente en el mundo (original del siglo XIX, que se ubicaba en la Cresta del Gallo y que fue estudiado por el doctor Reinaldo Brehm en 1857).

Este nido original, según descripción de los científicos, era grande, con 80 centímetros de altura, unas dimensiones de 170 x 130 centímetros, y un peso estimado de más de media tonelada. Al tener un fuerte valor, los investigadores, que lo descubrieron en 2019 apenas intervinieron en la estructura y, a día de hoy, se encuentra intacto en su localización original, pudiendo ser visto con prismáticos y telescopio por cualquier persona que pasee por la zona.

Ejemplar lanzándose en picado (24-11-2019)

Aunque en muchas ocasiones pone dos huevos, e incluso nacen dos pollos con 5-7 días de diferencia, solo suele salir un pollo adelante, ya que el más pequeño muere por inanición, ya que toda la comida se la lleva el pollo mayor, que ha nacido antes y es más grande y más fuerte que el segundo. Además, se puede añadir que las puestas más tardías parece que tienen un menor éxito reproductor.

Tras el nacimiento, el pollo permanecerá en el nido unos 110-120 días aproximadamente, adquiriendo ya el tamaño adulto pero siendo menos corpulento. Decir, que durante estos 120 días, el primer mes y medio aproximadamente siempre hay un adulto en el nido protegiendo al polluelo, mientras que a partir de entonces, puede quedar solo si hace buen tiempo, mientras ambos adultos de la pareja hacen pequeñas salidas del nido.

Durante la cría, aunque el pollo esté preparado para tragar pequeños huesos, los padres suelen desmenuzar la comida para facilitar el proceso de alimentación. Tras los más de 100 días en los que el pollo permanece en el nido, al final vuela estimulado por los padres que se encuentran en algún oteadero y que le ponen comida cerca a modo de cebo para animarlo a saltar.

Así comienza a volar, y una vez aprendido esto, acompaña a sus padres hasta el invierno, cuando se produce el celo del animal.

Aún y todo, antes de abandonarlos (más o menos en enero), enseñan a la vez que entrenan a sus hijos, el proceso de alimentación y de tirar huesos a rompederos, para que de esta forma, tras separarse puedan buscarse la vida por si solos. Estos rompederos, sirven además de despensa para los ejemplares jóvenes y sobre todo para pollos volantones, ya que incluso meses después de morir el animal del que proceda el hueso, este conserva sus propiedades nutritivas.

Tras ser capaces de vivir por si solos, en esta dispersión juvenil, que dura desde que se separan de los padres hasta que se asientan en un territorio y encuentran pareja y se reproducen, la mortalidad es muy alta, así que es un momento crítico para la especie, en el que cada ejemplar recorre cientos y cientos de kilómetros, pasando en ocasiones de unos macizos montañosos a otros hasta que encuentran el sitio adecuado para reproducirse. Decir que la especie tiene cierta filopatria (principalmente crían cerca del lugar en el que han nacido), por lo que es muy mala colonizadora de territorios nuevos.

«Beral» alimentándose (24-11-2019)
Atento a lo que pasa a su alrededor (24-11-2019)

Como curiosidades, los ejemplares jóvenes siempre son más agresivos, y entran más al trapo que los adultos, ya que al parecer, los individuos más experimentados prefieren no meterse en trifulcas para mantener el plumaje que tanta falta les hace intacto, y que es de mayor calidad que el de los jóvenes.

Y algo que cuando me enteré me llamó mucho la atención, es que cuando duermen en un cortado, lo hacen mirando hacia la pared… Es decir, no lo hacen mirando al exterior (como podíamos pensar) por si se acerca algún peligro, si no que parece que lo hace hacia el cortado… ¿Por que? Pues puede que esté relacionado con la necesidad de defecar durante la noche, para así expulsar el excremento hacia fuera (que por cierto, produce cagaderos muy lineales en los cortados que frecuenta, con restos de excrementos mucho más lineales y menos alborotados que los del buitre).

Cae la tarde… (24-11-2019)

Y una curiosidad que llama más la atención todavía, es que recientemente, científicos de la Universidad de Lleida y del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), junto con técnicos del Gobierno de Aragón y TRAGSATEC, han estudiado la actividad nocturna de la especie en Pirineos con GPS, acelerómetros y cámaras trampa y que han dado resultados desconocidos hasta ahora.

Ha resultado que más de la mitad de los individuos monitorizados realizaron vuelos nocturnos en al menos 19 noches diferentes, y que en el 37% de estos casos la iluminación lunar fue inferior al 20%.

En la mayor parte de los casos, los vuelos se produjeron en torno a los posaderos nocturnos, con distancias cercanas al kilómetro, pero que incluso superaron los 6, y con velocidades de hasta 25 km/h. Curiosamente, todos los adultos estudiados realizaron este tipo de vuelos nocturnos, mientras que los juveniles apenas realizaron alguno. Una hipótesis es que este comportamiento se pueda deber a un mejor conocimiento del territorio y a la confianza que les aporta su edad para realizar desplazamientos nocturnos.

También parece que la razón de estos vuelos no fue la búsqueda de alimento, ya que en este estudio, de noche apenas hubo actividad alimentaria, que quedó reducida a justo antes de amanecer y después de atardecer, sino que parece que puede estar motivada por diferentes molestias (provocadas por movimientos de depredadores, el paso de diferentes mamíferos de gran tamaño, incluido el ganado, e incluso cambios repentinos importantes en las condiciones climatológicas).

Despegando (24-11-2019)

En las esperas, además de los grandes protagonistas del lugar, pudimos ver también algún pajarillo, aunque la verdad que con poco protagonismo y poca atención nuestra… Jejejeje! Petirrojo, pinzones vulgares, carboneros comunes, carboneros palustres, además de palomas torcaces y algún gavilán fueron también actores de la secuencias vividas.

Como más destacable, un simpático pinzón real, especie invernante en la Península Ibérica, que en general no suele ser muy habitual, y que por ello siempre hace mucha ilusión ver… La foto no es la mejor, y estaba muy lejano, además del mal tiempo, pero siempre es una alegría disfrutar de este pajarillo tan escaso en nuestros lares, y que con un plumaje tan alegre y vistoso es inconfundible.

Pinzón real (23-11-2019)

Además de estos pajarillos, en los alrededores de la zona se puede destacar una especie un poquito mayor… La reina de los cielos; el águila real.

Igual que están los “hides” para los buitres, también Buseu tiene un “hide” para águila real, ya que en los cortados del lugar habita una pareja que tiene localizado su territorio en la zona, y que cría en este recóndito lugar. Por ello, tuvimos la suerte de poder ver un vuelo de uno de los ejemplares desde el “hide”, una agradable sorpresa que duró segundos, pero que totalmente inesperado fue uno de los momentos del viaje. Acosada por cornejas, sobrevoló el lugar del aporte, abandonándolo en un instante y siendo vista y no vista, como se suele decir… Jejejeje.

Polluelo de águila real perseguido por una corneja (24-11-2019)

Volviendo a nuestro protagonista principal, y ya terminando casi, vamos a hablar de los problemas de conservación de la especie, que por desgracia, no son pocos…

Este animal, siempre ha estado ligado a los huesos de los cadáveres de ganado que muere en el campo, aunque en las zonas altas también se aprovecha de animales salvajes. Por ello, la retirada del ganado del monte y el aumento de la ganadería intensiva (macrogranjas con cientos y miles de cabezas alimentadas con piensos) sustituyendo a la extensiva (ganado suelto en el monte alimentándose de hierba y pastos naturales) no le viene nada bien a la especie. El que haya menos ganado suelto en el monte, hace que lógicamente haya menos bajas, lo que le dificulta la búsqueda de alimento.

Algo difícil de arreglar, y que de momento se está haciendo con muladares, pero… ¿hasta cuándo será viable esta situación de repartir patas en diferentes puntos del Pirineo para mantener al animal? Iremos viendo poco a poco la evolución de estos lugares y si es viable a largo plazo.

Ejemplar con un hueso en el pico (24-11-2019)

Esto unido a choques con tendidos eléctricos, posibles choques con molinos eólicos, el uso de venenos indiscriminadamente por ganaderos y cazadores para eliminar lo que ellos equivocadamente llaman “alimañas”, o cazadores (o mejor dicho “escopeteros”) que lanzan perdigones a todo lo que se mueve sin importar ni especie, ni catalogación del animal solo para poder probar su acierto, o reírse junto a otros compañeros en el bar, ha hecho que el quebrantahuesos haya llegado a tener una situación tan delicada en Europa y en el Pirineo, de la que parece que poco a poco se está recuperando por la habilitación de estos muladares y por la mayor concienciación medioambiental que parece poco a poco va calando en la sociedad, dando valor a estas especies que antes eran odiadas y que ahora se piensa mucho más en mantener y conservar.

Por ello, además de mejorar ligeramente sus poblaciones, y de la conquista de nuevos territorios, sigue catalogado por el Ministerio de Medio Ambiente como “en peligro de extinción”.

Por otro lado, la filopatria de la que hemos hablado antes, el reducido tamaño poblacional que hay, el restringido rango de distribución de la especie (en poblaciones viables casi limitado a Pirineos), la alta mortandad en los primeros años de vida, la dificultad para colonizar con éxito territorios nuevos, unido a que tarda casi 10 años en reproducirse con éxito, hace complicada la expansión del animal (y con ello el aumento de población).

Por si todo no fuera poco, con el llamado cambio climático, entre las consecuencias de la subida global de las temperaturas que se conocen ya se han descrito numerosas consecuencias que ya están afectando negativamente a las aves.

Una de estas consecuencias resulta el aumento de enfermedades, entre las que se encuentra la malaria aviar (una de las más altas en lo que a mortandad se refiere, sobre todo en pequeños pajarillos), enfermedad (que sobrevive porque cada vez las temperaturas son más altas y las moscas y mosquitos que la transmiten están más activos) que en los últimos años se ha confirmado afecta fuertemente al quebrantahuesos, con sus consiguientes estudios y resultados de varias muertes de pollos pequeños debido a que a tan corta edad los quebrantahuesos aún no han desarrollado su sistema inmunológico.

Volando voy… (23-11-2019)

A pesar de todos estos problemas, hay que ser positivo, ya que en los últimos años la especie ha aumentado poblacionalmente, la distribución ibérica parece que sube con los diferentes proyectos de reintroducción, y la conciencia ambiental y de conservación de la biodiversidad va calando en la sociedad, con cada vez más fundaciones, ONGs y asociaciones con ideología conservacionista, que además de realizar proyectos de conservación, potencian de diferentes formas las zonas donde se encuentran estas especies, que trabajando bien pueden ser un reclamo turístico que deja ingresos económicos en las zonas que son capaces de explotar este recurso sosteniblemente… Por ejemplo, el quebrantahuesos en sí, es un sello de calidad y un fuerte reclamo para el turismo ornitológico, que para disfrutar del ave (y de muchas otras especies) tiene que visitar zonas rurales cada vez más abandonadas con cantidad de pueblos que poco a poco están muriendo por la despoblación rural…

La naturaleza es un recurso que se puede explotar para evitar este problema y poner en valor estas zonas rurales, claro, siempre siendo respetuosos con ellas y con prácticas sostenibles, que a la larga sean viables, tanto para la biodiversidad, como para los lugareños.

Ciervos en los montes de Buseu, la verdad que un paisaje espectacular y que en este proyecto se está poniendo en valor (23-11-2019)

Seguramente, a día de hoy el mayor problema al que se enfrenta la especie en la Península Ibérica es la gran población que se encuentra en Pirineos y su poca colonización de territorios nuevos…

Para intentar facilitar y “forzar” a la especie a ello, una de las propuestas que ahora está sobre la mesa en el grupo de trabajo formado por las diferentes comunidades autónomas, expertos y el Ministerio para la Transición Ecológica, es la posibilidad de disminuir el alimento suplementario que se proporciona a la especie en diferentes comederos y muladares, para que así se les obligue a buscar nuevos territorios en busca de alimento.

Aún y todo, no es fácil, ya que tiene pros y sus contras, como toda medida en el mundo de la conservación. Esta acción podría aumentar la mortalidad de la especie, retrocediendo en todo lo mejorado en los últimos años y eso significaría una marcha atrás en la recuperación de la especie, en la que se ha invertidos muchos esfuerzos, tiempo y recursos económicos…

Con todo esto, ya vale por hoy, que menuda brasa os he metido… Para la próxima vez que hable de la especie, no se que os voy a contar! Jejejeje. Y es que encima además… Tengo unas cuantas fotos nuevas para enseñaros sacadas en Ordesa… Jijijiji.

Ya veis que Pirineos nunca defrauda… Paisajes espectaculares y especies emblemáticas, con auténticas joyas aladas que tenemos la obligación de conservar.

Paisaje nevado al amanecer (24-11-2019)

Espero pronto volver al lugar y disfrutar de la especie… Jordi se ha currado nuevos escondites, y seguro que estos nuevos “hides” de Buseu tienen muy buena ubicación y merece la pena conocer… Habrá que probarlos, que además de buenas fotografías, seguro que nos regalan buenas escenas y vivencias!

Ejemplar alzando el vuelo (24-11-2019)
Precioso con las luces al atardecer, una de mis imágenes favoritas… (24-11-2019)

Por último agradecer la experiencia a los que allí estuvimos… Victor, Antonio, Juan Antonio, Héctor, Francesc y Martín, y hablar del lujo que es aquel proyecto, guiado de la mano de Jordi, al que espero pronto volver a visitar, disfrutando así de este tesoro alado.

Miembros de la expedición (24-11-2019); Antonio Caño

Nunca me hartaré de ver y observar a este animal, y para despedirme una frase mítica (que no me canso de repetir aquí en cada entrada sobre la especie) que en su día dijo Francisco Umbral; “el cielo nos contempla por los ojos de acero y sangre de ese último quebrantahuesos fiel a una península de locos. Que no se nos muera. Que no se diga”.

Impresionante animal… (24-11-2019)

Bibliografía:

  • Aves de España (Eduardo de Juana y Juan M. Varela; Lynx).
  • SEO Birdlife (Guía aves).
  • FCQ -Fundación para la conservación del quebrantahuesos. https://quebrantahuesos.org/
  • El quebrantahuesos (Jorge Bartolomé Zofío e Isaac Vega; WWF Adena, Debate Editorial).
  • El quebrantahuesos (Jean-Francois Terrasse; Las sendas del naturalista, Omega).
  • Tras el vuelo del quebrantahuesos (FCQ).
  • El quebrantahuesos en España. Población reproductora en 2018 y método de censo. (Antoni Margalida y José María Martínez).
  • El libro de las rapaces (Marcos Lacasa; Photodigiscoping).
  • Pájaro de barro (David Gómez Samitier; Prames)
  • An assessment of population size and demographic drivers of the Bearded Vulture using integrated population models. (A. Margalida, J. Jiménez, J. M. Martínez, J. A. Sesé, D. García-Ferré, A. Llamas, M. Razin, M. A. Colomer y B. Arroyo 2020).
  •  Nocturnal flights by Bearded Vultures Gypaetus barbatus detected for the first-time using GPS and accelerometer data. (R. García-Jiménez, J. Martínez-González, P. Oliva-Vidal, J. Piqué, J. A. Sesé, A. Margalida 2020).
  • Adult coloration of the Bearded Vulture (Gypaetus barbatus) in the Pyrenees: relation to sex, mating system and productivity. (Stéphane Duchateau, Gonzalo Chéliz, Juan Antonio Gil, Pascual López-López 2021)
  • Plumajes y muda del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus subsp. barbatus); Atlas de identificación de las aves de Aragón. (J. Blasco Zumeta & G. M. Heinze). http://blascozumeta.com/atlas-de-aves/ (J. A. Sesé Franco 2019).
  • Criterios de identificación del quebrantahuesos en función de la edad y las características del plumaje (Rafael Heredia y Antoni Margalida).

Acerca de Danieltxo

Pamplona, Navarra (1984); dgarciamina@gmail.com
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15 respuestas a El buitre barbudo, el rey de los cielos…

  1. Natü dijo:

    Menudo currazo!!!!

    Gracias!

  2. Giovanni battista Raffo dijo:

    No por nada es el rey del cielo. Muchas gracias, un saludo

  3. Marcel dijo:

    Je suis désolé de ne pas bien connaître l’espagnol mais le site que vous avez ai fait avec une bonne connaissance sur le sujet Bravo et bonne continuation

  4. Giovanni battista Raffo dijo:

    A ti por enviar con solicitud; un saludo

  5. José Gutierrez dijo:

    Felicidades por tan enorme reportaje del Crebanta huesos. Gracias por darnos la posibilidad de conocer un poco más a este buitre.

  6. Ángel Abel Rubio dijo:

    Gran reportaje, gran trabajo, texto y fotografías. Muchísimas gracias, ya sabemos bastante más sobre la especie.

  7. jesus gaston dijo:

    Impresionante. Muchas gracias por la información

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