Esta entrada va a ser breve pero interesante, y es que, como bien dice el título de la entrada tenemos una nueva vecina en Pamplona… La paloma torcaz.
En la Península Ibérica es muy común en parques y jardines de grandes ciudades, como por ejemplo Barcelona, Madrid, Zaragoza, Toledo o Valladolid, y en cambio, en nuestra capital aunque se ve algún ejemplar suelto de vez en cuando en hierbines, no es nada habitual…
Para diferenciarla de la paloma cimarrona o bravía (la que tenemos muy abundante en Pamplona), la paloma torcaz es una paloma de gran tamaño, de aspecto fuerte y robusta. Más grande que la paloma habitual a la que estamos acostumbrados, es de color gris, con parte trasera de la cola negra, una especie de mancha verdosa en el cuello y pecho rosado. Posee también en el cuello una marca blanca muy característica, al igual que en el ala, donde estas marcas blancas destacan sobre todo en vuelo.
Especie cinegética y que se caza durante sus viajes migratorios, es muy variopinta en lo que a hábitat se refiere. Se le puede encontrar lo mismo en zonas boscosas, que en zonas de matorrales o de cultivo, y como ya he dicho, en grandes ciudades es una habitual de los jardines y parques…
Ahora parece que ha llegado a Pamplona para quedarse, y Emilio Salvatierra localizó hace ya varias semanas un nido, del que ya han echado a volar dos pequeños pichoncillos, en el parque de la Media Luna…
Como me pilla cerca de casa me he pasado bastante por él, y aunque estaba alto, y muy escondido entre ramas y hojas, las observaciones no han sido malas del todo… A pesar de ello, en muchas ocasiones la paloma estaba de culo, y no he podido disfrutarlo todo lo que me hubiera gustado…
La verdad que ha estado muy bien, y ha sido curioso… Ha sido muy agradable ver como parece que una especie se asienta definitivamente en la ciudad, llegando por si sola y mezclándose con otras especies ya existentes, en un amasijo de carreteras, edificios y ruidos…
Y es que, aunque la primavera ha pasado, según el «Atlas de Aves nidificantes de Navarra» de Elósegui (única cosilla de aves de Navarra y del año de la polka), la paloma torcaz puede criar desde abril a septiembre haciendo varias puestas, y siendo la última la más eficaz por el tema de tener disponibilidad de grano de rastrojeras como alimento fácil de conseguir….
Tras la puesta en el nido, de cuatro ramas «mal puestas» como podéis ver en las imágenes, son poco más de dos semanas de incubación de huevos, que esta pareja comenzó más o menos la primera semana de septiembre…
Y desde ahí todo ha sido un coser y cantar a toda velocidad, ya que hemos pasado prácticamente de ver a los adultos incubando en el nido, a ver a los pollos, uno con muy buen tamaño ya y el otro algo más pequeño pero también bastante majo…
A los pocos días ya se movían por todo el nido, e incluso atrevidos salían del nido por las ramas del platanero en el que habían nacido… Tremenda la rapidez con la que este tipo de animales se mueven y desplazan tras nacer.
Como suele ser lógico en este tipo de aves, entre los dos hermanos había una diferencia notable de tamaño… Ambos estaban bien crecidos, pero uno mucho más «regordete» que otro.
Y lo que me ha sorprendido ha sido las pocas cebas que he podido ver en tanto día…
He pasado allí buenos ratos, algún día incluso horas, y suponía que con los tamaños de los pichones ya mayorcitos los viajes de los padres con alimento serían bastantes… Pero no. Eran escasos pero largos, dando de comer regurgitando durante varios minutos…
En general, las palomas torcaces se alimentan de semillas y frutos, incluyendo hojas o diferentes plantas, y en las ciudades aprovechan y buscan alimento en los hierbines… En este caso, esta pareja lo hacía en la zona de la Magdalena y en el parque de La Media Luna, donde tenían el nido, y buscarían alimento en lugares cercanos…
Como dato, tenemos que añadir que puede que no sea la primera vez que esta especie cría en Iruña, pero sí que es la primera a la que se le realiza algo de seguimiento… Puede que criaran con anterioridad en el parque de las aguas en Mendillorri, ya que hay indicios, pero no hay nada confirmado… En fechas buenas se llevan viendo desde hace 4 años por Patxi Andueza, pero no hay signos claros de reproducción, y por lo tanto no hay nada confirmado… Parece también que hay alguna cita fiable en la zona del Club de tenis (Dani, un tocayo mío), hace un par de años, pero de la que no hay imágenes y tampoco se ha realizado ningún seguimiento a lo largo del tiempo…
Este año en cambio, que yo sepa se han visto ejemplares jóvenes también en Mendillorri y en los alrededores del complejo Hospitalario, por lo que parece que se asienta en Pamplona con firmeza, y que posibles reproducciones de años anteriores estén dando poco a poco buenos resultados…
Así que poco más puedo decir… Parece que las citas ya empiezan a ser abundantes, y a partir de ahora la paloma torcaz pasará a ser una especie abundante en nuestros paseos urbanos.
Aquí, ha sido una gozada seguir a esta pareja de palomas, que ha conseguido sacar dos pollos y a las que tendremos en cuenta la primavera que viene para ver si vuelve a usar el mismo nido, o cambia de lugar por la zona…

Uno de los padres de la pareja de la Media Luna en pleno chapuzón en una de las fuentes del parque (9-10-2020)
Terminar dándole la bienvenida a esta nueva vecina por nuestra ciudad, y visto lo visto, diremos que… «Si hay cebo en el palomar, las palomas no faltarán»…
Bonito reportaje Daniel. Cosa rara polluelos autóctonos naciendo en época migratoria de torcaces. Los pollos nuevos de torcaz que nacieron en europa llegan aquí en octubre como adultos. Quizás sea una segunda puesta despuésde la primavera, indicador de abundancia de comida cerca del entorno urbano. Saludos.
Poco a poco cada vez son más residentes… Muchas ya no migran, y por ello se alarga la cría… Un saludo Fernando!
🖐👍
Gracias Fernando!!!!
Vistas tres o cuatro torcaces en la vuelta del castillo en estas fechas.
Si. Empiezan a ser habituales en época de cría… Estos días también en Taconera, trasera de la Catedral, paseo fluvial… Poco a poco se están asentando!!!