Hay un pajarillo muy habitual en nuestros tejados que es muy “urbanita”, está muy humanizado y acostumbrado al hombre. Por sus colores y por su canto es muy fácil de conocer y lo escucharemos en muchas ocasiones en los edificios más altos cantando a pleno pulmón justo antes de que amanezca, desde tejas, antenas o ventanales. Se trata del colirrojo tizón.
Por ello, le dedico hoy una entrada exclusiva, ya que estos días estoy viendo un pollito en las cercanías de mi calle, y quiero dar a conocer bien esta especie tan habitual, pero que en muchas ocasiones pasa desapercibida.
El colirrojo tizón es un pajarillo del tamaño aproximado de un gorrión (algo más pequeño, con unos 14 centímetros de longitud y que no llega a los 20 gramos de peso), con aspecto rechoncho, de color gris o negro según el sexo, y con característica cola roja, que le da el nombre.
El macho es totalmente negro, con la cara más oscura, ojo negro, vientre más claro y con una marca blanca en las alas, mientras que la hembra (y los ejemplares jóvenes) es totalmente gris, mucho más claro que el macho y de coloración mucho más apagada. Ambos sexos tienen el pico fino y de color negro, al igual que las patas, y la ya citada cola rojiza, aspecto que se ve muy fácil en el campo y que lo hace inconfundible.
Se trata de un animal de roquedos, cortados, canteras, acantilados y muy común en pueblos y ciudades, normalmente lejano a zonas muy boscosas, y que se puede encontrar desde el nivel del mar hasta la alta montaña, pasando por campos de cultivo, siempre que haya zonas abiertas y zonas rocosas, donde hace el nido en pequeñas oquedades. Le gusta en general ambientes secos y soleados, con escasa vegetación.
Está muy relacionado con zonas humanizadas con caseríos y bordas abandonadas. Igualmente está presente en grandes ciudades, como puede ser la nuestra. Presente todo el año, de la misma forma que se le puede ver en las orillas del río o en jardines, se le puede ver encaramado en cualquier tejado, ya que se trata de un animal muy cantarín, que canta subido a antenas, chimeneas, o zonas muy altas, muchas veces antes de que amanezca y con un sonido muy característico, alto, agudo y vibrante muy fácil de reconocer. Además, es muy terrestre y se posa de forma muy tiesa, y posee un llamativo y único movimiento de cola en el que la agita como si vibrase. Tiene también un vuelo “amariposado” muy característico, con batido rápido de alas
Se alimenta de insectos, larvas y arañas que el mismo captura o en vuelo o caminando por el suelo, a pesar de que también puede aprovechar semillas y pequeños frutos, sobre todo en épocas invernales. Este pollito que yo he observado durante varios días, era alimentado por su madre con una especie de frutos pequeños redondos, como muestro en la imagen.
El periodo reproductor de la especie se extiende de abril a julio, y puede realizar dos puestas anuales (incluso tres si las condiciones le son favorables). El nido consiste en una pequeña copa de ramitas y hojas, tapizado de briznas de hierba y musgo, que se sitúa en oquedades o repisas de cantiles o muros. Muchas veces en Pamplona aprovecha huecos entre vigas, contadores de luz abandonados, o los propios huecos de las murallas que rodean el centro de la ciudad.
La puesta consta de dos a ocho huevos, de pequeño tamaño y color blanquecino, que incuba la hembra durante 13-17 días. Los pollos, alimentados por ambos progenitores, son volanderos a los 12-19 días siendo seguidos por los padres y alimentados igualmente fuera del nido durante varios días, como es el caso de este pequeñajo que he tenido la suerte de ver, y que aún tenía el plumaje bastante incompleto.
Ampliamente extendido por el centro y el sur de Europa, en España resulta relativamente común en la mitad norte y más escaso en la mitad sur, donde aparece solo en zonas de montaña. Se encuentra asociado a roquedos y terrenos despejados, secos y pedregosos. Como ya se ha dicho, muestra cierto grado de antropofilia, ocupando diversos tipos de construcciones humanas en entornos urbanos y rurales.
Las poblaciones ibéricas son sedentarias o parcialmente migratorias, desplazándose en invierno a localidades del sur peninsular. Las poblaciones centroeuropeas localizan sus áreas de invernada en el entorno mediterráneo, incluyendo Iberia y el norte de África. El paso prenupcial se detecta entre febrero y abril, mientras que el postnupcial tiene lugar en octubre y noviembre.
En España es un ave común y sus tendencias poblacionales parece que son positivas. A pesar de ello, yo recuerdo que hace años (cuando yo empezaba con esta afición allá por los años 90) era mucho más habitual por nuestras calles de lo que lo es ahora. Puede tener amenazas locales, como la destrucción de lugares óptimos de nidificación en edificios, pero parece que son males menores, y que la especie no corre peligro de conservación.
Sí que es cierto, que últimamente veo más que en los últimos años, por lo que puede que poco a poco esté mejorando su población en Iruñerria. Sigamos disfrutando de este precioso pajarillo que tan cerca tenemos de casa, y que nos deleita con su mítico e inconfundible canto, y como bien dice el refrán, «la fe es el pájaro que canta cuando el amanecer todavía es oscuro».
Bibliografía:
- Aves de España (Eduardo de Juana y Juan M. Varela; Lynx).
- SEO Birdlife (Guía aves).
- http://www.pajaricos.es
- Libro Rojo de las Aves de España
Danieltxo
A vista de pájaros 
Sacamos más provecho por eso que por el Real que migra durante el invierno.
El tizón se queda en Europa todo el año y es bonito( al menos, para mi) tan como el Real , sobretodo el macho adulto muy negro con las alas blancas .
Un saludo y muchas gracias.
Me alegro que te haya gustado compañero. Así es. Al ser el colirrojo tizón habitual, valoramos más la presencia del colirrojo real, pero la verdad que es un pajarillo precioso.
Saludos
En mi pueblo, Montoro, provincia de Córdoba,le llamamos «calderero» y lo vemos solamente en otoño – invierno.
Se agacha y eleva con las patas, como si estuviera haciendo flexiones , en las rejas de las ventanas de los edificios abandonados preferentemente.
Que bueno, tocayo!!!! Bonita zona!
Vivo en Sonseca ,toledo en mi terraza todos los días viene a comer los padres y también los hijos , es muy bonico inquieto . Hace como dos años que vienen no muchos pero me gusta verlos . Son listos y se mueven dando saltos . Me ha gustado este artículo. Muchas gracias. Antonia.
Interesante!!! Y mil gracias!
Vivo también en Pamplona y este verano puse una casa para anidar en la terraza. A los pocos días ya había ramitas y enseguida hicieron nido. Luego pusieron 5 huevos pero dejaron de venir. Curiosamente, los huevos desaparecieron en varias veces sin dejar rastro. ¿Sabéis que pudo pasar con los huevos?
Algún roedor? Alguna urraca? Complicado saberlo… Jejeje. Y que pena!